jueves, 15 de mayo de 2014

LA FE MUEVE MONTAÑAS.



FE, OPTIMISMO Y PENSAMIENTO POSITIVO, 
EL MÁS PODEROSO DE LOS TALISMANES. 
Leonardo Díaz
Astrólogo Metafísico

La refrenaría popular dice que «la fe mueve montañas» y es verdad. La fe nace de la certeza, convicción y seguridad interna que nos dice que «todo saldrá bien» En la fe se sintetizan la intuición, los pensamientos y emociones positivas, creando así un campo de energía y vibración, que más que motivar nuestra voluntad y acciones, atraerá lo positivo como un poderoso imán. 

Cuando estamos en la gracia de la fe, cada célula, partícula y corriente interna de nuestro cuerpo serán impregnadas por esta vibración. Nuestras auras emanarán las excelentes vibraciones del optimismo y nuestros cuerpos se beneficiarán. Esto ocurre por el cumplimento de las leyes del MENTALISMO y la VIBRACIÓN.
    
Pero otra ley universal interviene cuando pensamos y sentimos, se trata de la ley de POLARIDAD. Esta ley establece que en el universo todo tiene dos polos, el positivo y el negativo. La fe también tiene su opuesto negativo, el cual produce efectos tan negativos que no solo puede mover montañas, sino, destruirlas.

El temor y la fe son una misma fuerza. La fe es positiva y el temor negativo. La fe es la convicción de que aquello que sucederá es bueno, el temor es todo lo contrario.

Nuestros temores son más dañinos que todos nuestros enemigos reunidos conspirando en nuestra contra. El temor se convierte en un campo de fuerza tan poderoso como la fe. En lugar de armonía, el temor genera desorden, alteración, perturbación y oscuridad interna y externa, atrayendo lo negativo, creando condiciones energéticas desfavorables. La fe es de naturaleza jupiteriana, el temor de naturaleza saturnina, el primero es expansivo, el segundo restrictivo y limitador.

Al igual que la fe atrae lo bueno, el temor atrae lo malo. TODO AQUELLO QUE LE TEMEMOS, LO ATRAEMOS, ya sean personas, sucesos y hasta enfermedades, y si nos encontramos siendo influenciados por energías planetarias negativas, nuestros temores encontrarán campo fértil para anclar en nosotros sus negativas energías, razón por la cual es necesaria una positiva orientación para estas difíciles etapas, ya que una mente re-polarizada positivamente, ayuda considerablemente. Las predicciones negativas de todo tipo, se convierten en semillas de negatividad, por ello la astrología-metafísica no aprueba esta práctica. La metafísica conoce las leyes universales y con ellas se sirve en la aplicación de «tratamientos metafísicos» El destino puede ser cambiado mediante la transformación de los estados mentales y emocionales.
   
Algunas veces el miedo y el pesimismo son tan fuertes que terminamos generando  acciones inconscientes que sabotean el logro de aquello que contrariamente “decimos desear”, convirtiéndonos en cómplices de nuestras negativas profecías auto- cumplidas. El miedo es una fuerza destructiva, por ello los metafísicos nos concentramos en visualizar todo lo positivo, esperando siempre lo mejor. De este modo atraeremos lo mejor.

Los metafísicos, al orar, pedir a Dios, al Universo, vía nuestro Ser interno, que esta o aquella situación sea superada positivamente, alcanzándose, la salud, el bienestar personal,  en la familia, nuestra nación o en cualquier aspecto de la vida, visualizamos la escena en presente y de forma positiva y hasta damos las gracias anticipadas por su realización. Sabemos el poder inmenso de «una mente concentrada en presente»

Los metafísicos vemos el mundo a todo color, lleno de alegría, abundancia, salud y bienestar. Vemos lo mejor en cada ser humano, confiamos y actuamos en positivo convencidos de que solo lo positivo atraerá lo positivo. No se trata de una evasión ni autoengaño, se trata del manejo inteligente de nuestras energías en nuestros cuerpos mentales y emocionales, fuente de poder, creación y realización. Te invito a practicar el pensamiento positivo, a vivir en la gracia de la fe y moverás montañas.

 Todo aquello que deseas piénsalo en positivo, visualízalo en positivo. Un cuerpo saludable, abundancia, bienestar, alegría, todo lo bueno para ti y para a quienes amas,  un país prospero, los mejores gobernantes, todo lleno de luz. PIENSA LO MEJOR, ESPERA LO MEJOR Y LO MEJOR SUCEDERÁ.


MAGIA BLANCA
 Formulas metafísicas

No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque esa energía envolverá tu aura y actuará sobre ti.

No hables sobre enfermedades afirmando en primera persona; “mi (enfermedad) esta afirmación es muy negativa. Las células de nuestro cuerpo escuchan nuestros pensamientos.

Vigila celosamente las imágenes que cultivas y sostienes en tu propia pantalla mental.
Las circunstancias que vivimos son manifestaciones externas de aquello con lo que nos identificamos. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos.

Evita pensar sostenidamente en las cosas que temes, la forma mental creada por el miedo atrae hacia ti aquello que temes. Piensa en positivo, afirma lo positivo, visualiza en tu pantalla mental lo positivo.  

No compitas con los demás. El espíritu competitivo hace que crezca el ego creando conflictos, la energía del ego siempre es negativa. Sé humilde y sencillo y atraerás todo lo positivo.

Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, refuerza en los demás todo lo bueno y atraerás hacia ellos y hacia ti energías muy positivas.

Evita el hecho de juzgar y de criticar. El juicio y la crítica atraen energías negativas. La imagen mental de la crítica afecta más al que critica que al que es criticado.

Toma un momento de silencio interno  para considerar los problemas que se presenten en tu vida y toma tu decisión después. Nunca tomes decisiones en estamos emocionales alterados.

Respeta la vida de los demás. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Toda manipulación es una energía muy negativa que retorna en forma de violencia. Si deseas un hogar feliz nunca intentes manipular a tus hijos o tu pareja.

Cada mañana al levantarte saluda la vida con alegría y da gracias al universo por el maravilloso día que se inicia.